Capítulo 41


Oliveira pasa la tarde en su piso: el sol golpea y él se dedica a enderezar clavos torcidos. Se le ha acabado el mate y él se siente tentado a despertar a Traveler, quien duerme en el cuarto de enfrente. Se aburre infinitamente y necesita la compañía de Traveler, quien al cabo se despierta. Le pide hierba y clavos aunque no puede explicar para que los necesita. Mientras espera, Horacio intenta escribir algunos juegos. Llega Traveler con los clavos- ha olvidado el mate- pero opina que es peligroso y arriesgado lanzarlo de ventana a ventana, pues su puntería es pésima.Deciden entonces fabricar tablones para hacer un puente, y de paso darles algún uso a los clavos. Se entregan a la fabricación del absurdo puente: el gran problema consiste en atar los tablones que salen de ambas ventanas. Talita que acaba de bañarse y está desnuda, es quien debe aventurarse sobre el tablón para atar la cuerda. Amarra como puede los tablones, sintiendo que va a desmayarse. Oliveira le dice que se pase a su tablón, pero Talita siente miedo y consulta a Traveler. Al final Talita lanza el paquete, regresa a su ventana y llora contra el hombro de Traveler. Los vecinos los tratan de locos, mientras los niños cantan coplas obscenas.


Antonio Zorrilla

5 comentarios:

  1. Quisiera saber como puedo hacer un ensayo con este capitulo?

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  2. Nada que ver este resumen! Me leí todo el capítulo 41 y nada que ver!

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